jueves, 25 de agosto de 2011

Una entre mil

Dice una nota: "Las estadísticas indican que esta enfermedad afecta aproximadamente a dos de cada diez mil personas; sin embargo, la incidencia real parece ser más alta (alrededor de uno en 500 a uno en mil personas)." 


¿Qué tal eh? igual que cuando mi embarazo ectópico ¡una en un millón!, está vez una entre mil como la canción de Mijares jajajaja, me gusta, me gusta esto de ser tan suertudota jajajaja


Qué va, son patrañas, no necesita pasarme esto para saber que soy una en un millón pero ¿a poco no es una cagadez de la vida que a mi, precisamente a mi? jajajajaajaja y además ya traigo en la cabecita la rola esa: "...uno entre mil yo triunfaré..que es cuesta arriba la partidaaa... del juego de la vida...¡oooo!" (visualicece a mijarez compungiendose cual barriga adolorida)

La verdad de las cosas es que esta parte del proceso me está enseñando cosas, cosas, cosas, vaya que sí. Paralisis de Bell: Gracias. Amigos que me leen, amigos que no me leen, madre, hija, abuela, primo, hermanos, Ulises, docs, que gran red eh! gracias.  

miércoles, 24 de agosto de 2011

ISA BELL






Realidad llamamos a las cosas que suceden fuera de nosotros y no podemos negar que existen.


Si no te afectaran no tendrías corazón.


Quién señala algo está aceptando en ese momento su incapacidad para lidiar con aquello que señala.

Regalos para Isa Bell


No fui precavida y recibí absolutamente todos los regalos. Todos en la oficina tenían algo que dar, todos a su manera, y yo recibí sin hacer distinciones y me ha pegado y me he derrumbado un poco.

Ayer vivía esto como si de un simple accidente se tratara, algo que al momento siguiente se corregiría. Hoy enfrentada a una selva de oficina me he sentido verdaderamente enferma, pez observado, ave compadecida, reo acusado, casi leprosa.

Hubo de todo: flores, consejos, atenciones, abrazos, compasión, dureza, indiferencia, burla, compañía de personas que aprecio, hasta hubo quien me ofreció dinero jajaja…lo pasé bien, cada quien a su modo tiene su manera de darse y yo me dispuse a recibirlo todo pero no previne.

Te ves muy mal y no te lo dicen para no herirte. ¡Uf qué duro! Esto me dice alguien que ni siquiera me ha visto. Vaya esto de vivir una enfermedad es un asunto bastante complejo en esta sociedad eh. Que debe elaborarse todo un proceso. A saber, hay que tener bien claro porqué se enfermó uno, ya sea que se cogió un mal nacido virus o fue el cochino estrés y luego hay que asumir que fue culpa de uno y luego hay que entrar en etapa de aceptación para después pasar a la de sanación, y dicen que hay que aprender de la enfermedad. Está visto que el asunto es absolutamente culposo porque alguien más me dice que no entiende cómo portándose mal no le sucede nada malo a ella. Hasta aquí llegué. ¡Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeelp!
No lo acepto. Enfermedad no es castigo

Bendiciones


Hace unas semanas me preguntó ¿qué es lo que esperas Isabel? respondí que estaba buscando salud que estaba cansada de ir de enfermedad en enfermedad y no imaginaba que venía esto. Hoy, salud me parece algo muy general. Hoy me aferro a que deseo una cosa muy sencilla: sonreír. Él me dice que ha descubierto personas que sufren porque no pueden llorar. Solo entonces escubro que mis ojos están empapados en lagrimas. 

Llorar

Mientras aguardo, por fin puedo llorar, mientras lloro al fin  puede llover y así las cosas son esa cadena sucesiva de cosas que al fin pueden suceder...



lunes, 22 de agosto de 2011

Yo alebrije

Dice el neurológo que es un virus que está carcomiendo mi nervio facial; la sobadora que un coraje no desquitado me tiró los nervios y que estaba por quedarme ciega; dice Ulises que es parte del proceso, parte izquierda-madre-emociones, que estaré bien; la doctora del seguro social que el estres; dice la neuropsiquiatra que sí, que hay como diez millones de virus que no hay modo de saber cuál y que también el estres, yo no sé qué pasó pero un día mi cara era como un cuadro cubista.

Parálisis de Bell, dijo el doc, es lo más elegante que me ha dado, wow! mi relación con las enfermedades verdaderamente me está conmoviendo. Ahora la guerrera tiene una mamá alebrije, con lo mucho que le encantan, aveces, hasta nos resulta divertido que una parte sonrie, una parte llora, una parte gruñe, otra es inexpresiva. Me asusta mucho no volver a sonreirle como antes.

Extraño mi sonrisa.


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