martes, 30 de noviembre de 2010

Lloré


Sí, así es, tenían razón quienes creen que siempre tienen razón: me falta mucho por aprender y lo aprenderé como he aprendido esta más reciente lección. Tres días con sus tres noches lloré de rabia, lloré de miedo, lloré de angustia, lloré de profunda tristeza. Lloré de tantas maneras que me las he aprendido todas y todas las disfruté. Pero luego como he dicho, ese llanto me lava, me renueva e incluso me recuerda que las hienas siguen comiendo.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Más días de...que diversión!


En 1999, la ONU dio caracter oficial e Internacional al 25 de noviembre como Día de la no violencia contra la mujer.

Además, el 25 de noviembre se conmemora la muerte de las hermanas Mirabal en manos de la policía secreta del dicatdor Trujillo.

El 29 de noviembre - Desde el Parlamento Europeo la diputada Emma Bonino propone convocar en esta fecha un Día Internacional de Lucha contra la Mutilación Genital Femenina.

El 1 de diciembre Día Internacional de Lucha contra el Sida.

El 6 de diciembre marca el aniversario de la Masacre de Montreal, cuando un hombre disparó a 14 universitarias por ser feministas.

El 10 de diciembre es la fecha en la que se conmemora la firma en 1948 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Con tales fechas, el Centro de Liderazgo Global de las Mujeres, CGWL inició hace diez años la campaña internacional "16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres"

Que no somos iguales, dice la gente...



• El 47% de las mujeres en Bangladesh ha sido abusada físicamente por su pareja por lo menos una vez en su vida.
• Cada minuto en el Reino Unido la Policía recibe una llamada por violencia domestica. El 87% de las victimas son mujeres.
• Cada 23 segundos una mujer es violada en Sudáfrica
• Cada 15 segundos una mujer es maltratada en América por su pareja
(Fuente: INSTRAW)

Hoy es un Día de... Para mí, este día es como todos los días. Pero esta vez lo digo en serio. Cada día lo primero que hago es reconocerme, “ah, aquí estoy”, suspiro, me estiro y me digo, cuando ya abandoné mi onírico mundo. Estoy en mi cuerpo otra vez, pienso, ese que no es como el de ninguna modelo, no es como el de nadie y es como el de todas. Ese cuerpo mío con los senos míos, los muslos míos, los brazos míos, las estrías tan mías, más grasa aquí que allá, tramos de piel suave y aún no explorada por nadie excepto por mí, cicatrices de un alumbramiento y también de un funeral, las huellas de la victoria. Después, con ese cuerpo frente al espejo, reconozco mi ser yo, mi ser mujer, pero más importante, mi ser humano.

Seguro que no somos iguales, distinto es nuestro cuerpo, cerebro, mente, genes, alma, esencia, distintos. No somos iguales pero cada día vuelvo a creer en la posibilidad de que entre ellos y nosotros exista respeto, compasión y amor.

Violencia es cualquier acto físico, sexual o psicológico que afecte a un tercero. Violencia contra las mujeres, tal vez la hay y la ha habido en todos los lugares, en todas las épocas. Hoy es Día Internacional de la no violencia contra la mujer y es así porque en 1960 los cuerpos de tres de las hermanas Mirabal fueron destrozados a palos en la República Dominicana debido a su activismo político. Las hermanas serían recordadas como las Mariposas Inolvidables y como un máximo exponente de la crisis de violencia contra la mujer en América Latina.

En 1981 durante la celebración del Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, el movimiento de mujeres latinoamericanas acordó dedicar la jornada del 25 de noviembre a promover la no violencia contra las mujeres, en memoria de las Hermanas Mirabal.

En este encuentro las mujeres denunciaron la violencia de género a nivel doméstico y la violación y el acoso sexual a nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas.

Estas cosas sucedían cuando yo aún no cumplía el año y la declaración de ese día no cambió que crecí en una familia conformada sólo por mujeres que se las vieron negras en un mundo donde los hombres valen más aunque no estén. ¿Los referentes masculinos? Ahí van.

El bisabuelo materno, Emiliano, resentido con las mujeres porque su madre tuvo que ver con un hombre casado y muy rico, condenándolo así a ser un bastardo reconocido y señalado. En su matrimonio con la morenaza Elena, don Emiliano tuvo siete hijas y un hijo, Fernando, el más chico y el favorito. Él heredó los terrenos, la casa, las vacas, la televisión de bulbos, el mausoleo familiar y el coche rojo (todo sumado tiene al señor oliendo a vaca y sólo pero nadando en billetes). Las siete hijas se buscaron la vida, sin estudios, yendo a vivir con sus madrinas, casándose o trabajando en casas que era algo decente a lo que muchachas como ellas podían aspirar.

Mi abuelo, profesor normalista, rebelde, desertor y luego camionero por convicción; resentido también con su madre por haber fallecido ésta, dejándolo huérfano en muy temprana edad. A punta de machete, don Emiliano lo obligó a casarse con mi abuela cuando se conoció que mi madre venía en camino. Luego viajó mucho por todo el país con su camión y en cada visita hacía una nueva hija. Nacieron mis cuatro tías y ni un varón. Dicen que un día pidió un préstamo, dicen que compró un nuevo camión, que se fue al norte, que tenia una amante, que era la ahijada de su madrastra y que huyeron. Las visitas terminaron y mi abuela jamás lo volvió a ver, de lo contrario yo tendría más tías. Jo!

Mi padre (¿?)

A mi abuela le tocó enterarse de cuando las mujeres en México ganaron el derecho al voto pero para su padre, ella y sus hermanas siempre valieron menos que su hermano porque éste era hombre y ellas unas trenzudas descalzas. Mi madre extrañó terriblemente a su padre y lo sigue buscando en cada hombre que pasa por su corazón, le nací yo sin la mano de un compañero que hubiese acariciado su vientre de nueve meses y alguna vez le negaron el puesto de jefa que se había ganado a fuerza de coraje y perseverancia porque “no es un puesto para mujeres”, en otro empleo negó que tenía una hija para que no la despidieran. Y los parientes llamaban a mis tías “las dejadas” porqué se fue su papá y después porque se habían ido también sus maridos.

Un Día de... no va a cambiar la historia, la discriminación entre géneros es feroz, la inequidad es clara, los feminicidios se incrementan, la violencia doméstica es la dinámica de vida promedio, los hombres parecen no entender, no aceptar la forma en que las mujeres se asumen, hoy otros parecen asustados, asombrados en el mejor de los casos y dispuestos a encontrar también una nueva forma de ser hombres, pero parecen no saber cómo, ¿cómo darle batalla al monstruo del prejuicio, la moralina, la misoginia nutrida por hombres y mujeres por igual?

Yo no me pongo la etiqueta de feminista. No, gracias. Además no me partí la madre junto a tantas mujeres valientes que pelearon batallas grandes para que las demás disfrutásemos de los derechos que a ellas les fueron negados.

A veces me parece que perdimos el rumbo, el porqué, el para qué y que esas luchas y el terreno ganado pesan más que nunca y que lejos de llevarnos al equilibrio entre géneros parecen reventar la balanza.

Creo que es preciso que cada día sea un Día de…, de reconocer que tenemos derechos pero hay que merecerlos, que no somos iguales pero que ni ellos ni nosotras somos menos ni más, Día de entender que las cosas no cambiarán en un Día de, ni desde las instituciones o las ONG, sino desde el seno familiar y el compromiso personal, en el que podemos comenzar a terminar de reproducir los parámetros sexists que aprendimos de quienes estuvieron antes.

Que esa sea la lucha de mi Día de...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Chica material


Hoy Miss Hyde me enseñó otra cosa: es una méndiga vieja interesada! En sabrosa sobremesa con hombres amenos, inteligentes, agradables y hasta galanes, entre los que figuraba mi aún jefe, descubrió que éstos no traen las carteras llenas de varo sino de plástico.

Tan cándidos ellos, sacaron sin empacho, toda clase de tarjetas para ver quién portaba las más curiosas, las más extrañas, las más extravagantes, las más chundas… y vimos desfilar entre el pokar de tarjetas la de Vales, la de monedero Chedrahui, de nómina, de IFE, de circulación, de descuentos en farmacias del doctor Simi, de presentación y muchas más. El juego estaba divertido, inocente y todo marchaba bien pero…

"¡Bah! ¡Y una pensando que las carteras de los señores están gordas de billetes!" Dijo Miss Hyde sin asomo alguno de pudor y valiéndole que al jefe pareció no gustarle mucho el comentario.

Les digo, aveces esta señorita es divertida y tan libre que no me da la gana guardarla y tendré que explicarle que también existen las American Express y las chequeras. Je! 

¡Hay niveles!

No me ha dado la gana tener una cuenta de twitter, estoy decidida a seguir con mi viejo celular chundo y no cambiarlo por una súper Black Berry a menos que sea estrictamente necesario (o de verdad me de la gana comprarme un nuevo modelito, lo que pase primero) y no le encuentro el chiste a facebook aunque se lo he buscado, lo juro ¿poca vida social?, ¿neofita? ¿neoalfabeta?, ¿retrógrada?, ¿huevo?

Como sea, de ser un bicho raro de esos a ser un bicho raro de estos, he elegido ser un bicho raro de estos otros y ese nivel de aparente libertad que nos sobra es la cosa bonita de este siglo, ¿qué no?

Pero observo desde esta orilla y hoy confirmo dos cosas: que el nuevo periodismo (si así se puede llamar) toma un alto porcentaje de su material, no de lo que ocurre en el mundo, sino de lo que ocurre en ese otro mundo, el de las redes sociales, y que no se puede estar al margen 100% porque hay que ver que de vez en cuando ocurren ahí cosas que son divertidillas.

Dice la nota: La ex miss universo Alicia Machado, invocó rezar por "las Chinas", cuando en realidad se refería a Corea del Norte y del Sur. La reacción y las burlas no se hicieron esperar en el Twitter.

Las fuertes críticas, burlas y ofensas generadas por su comentario, donde confunde a China con Corea del Norte y Corea del Sur, para hacer referencia al conflicto bélico que mantienen ambas naciones, la obligó a cerrar su cuenta en Twitter.

"Esta noche quiero pedirles que me acompañen en una oración, por la paz que estos ataques entre las Chinas no empeoren nuestra situación"

Bueno en defensa de la Mis hay que reconocer que tenía buenas intenciones, se nota su mucha preocupación, no por lo que pasa con la gente de “las Chinas” sino por lo que pueda afectarnos eso a nosotros porque está claro que habló en plural, así que no piensa sólo en ella y su bonita persona sino que incluyó a buena parte de quienes la rodean, qué nivel!

Mis Hyde

http://e-lena.es/index.html

“Fui presa de los más terribles tormentos: un crujir de huesos, una náusea mortal y un horror del espíritu que no podría ser superado ni en la misma hora del nacimiento o de la muerte. Esta agonía pronto empezó a pasar, y, como quien sale de una grave enfermedad, me fui recobrando. Había algo nuevo en mis sensaciones, algo indescriptiblemente nuevo y, a causa de esta misma novedad, increíblemente dulce. Me sentía más joven, más ligero, más feliz en lo físico; interiormente, tenía conciencia de una fuerte temeridad, en mi imaginación se atropellaban desordenadas imágenes sensuales, los lazos del deber se aflojaban y experimentaba un desconocido, pero no inocente, sentimiento de libertad en el alma.”

A ver, parece que mi tema es la movilidad urbana, ¿qué le voy a hacer?, mi traslado de casa al trabajo y viceversa me toma hasta cuatro horas diarias. Pero lo que anda en mi cabecita hoy no son los conflictos de transporte público, aunque todo parte de un incidente en combi.

Recapitulando, ahora hay servicio only for woman en el paradero del tren suburbano, “para evitar faltas de respeto a las damitas” uuuuuuuuy sí ¡como no! waaaa

Anoche el chofer le decía al checador "(...) a esa ruca no la subas está re gacha(…) ira, ira súbeme a la morrita adelante(…) sale, me tocan puras feas (…)"

Shaaa. No es que yo me sintiera aludida porque no soy muy joven pero tampoco ruca y no soy muy guapa pero tampoco regacha. Ya saben tales comentarios sexistas pueden caerme bastante pesados.

En fin, pretendí dejarlo pasar porque Ulises me dijo que cuando alguien me alterara pensara: “ése es su trabajo, su asunto, el mío es éste” y así venía practicando mis ejercicios de respiración-relajación (ooooooom) pero el tipo este, bajó a una ancianita dos cuadras antes de donde ella quería bajar y dijo que “¡sirve que camina seño! ah jajaja”; luego de un trayecto con mal servicio, música estridente y casi estrellarnos con otra camioneta, a mí me cobró más y no traía tarifa autorizada en la ventanilla, se lo hice ver y me dijo que si era mi gusto lo reportara, pero nooo, mañana cuando pudiera levantar mi queja ya se me habría pasado la muina, y no por mis centavos (que para eso soy próspera), sino por el lujo de patanería con la que este pelado venia tratando a cuanta damita subía a su combi. Total que yo me bajé pero una lluvia de moneditas atravesó la ventanilla para estrellarse en la pelona de este ejemplar de misógino. Sí, me salió la dinosauria again! Arrrgggg

¿Saben qué? Me va a dar mucha pena pero este tipo de cosas las tendrá que saber Ulises y a ver con qué agujas, qué té o qué terapia lo arreglamos porque desde que soy la reina, soberana y emperatriz de mi metro cuadrado no me da la gana callarme si algo no me gusta, no me da la gana aceptar peladeces y de vez en cuando he reaccionado así y lo peor de todo es que hasta me ha divertido, después lo medito y se que no está bien, pero eso es mucho después.

El mal además (que constituye la parte letal del hombre, por lo que debo creer aún) había impreso en ese cuerpo su marca de deformidad y corrupción. Sin embargo, cuando vi esa imagen espeluznante en el espejo, experimenté un sentido de alegría de alivio, no de repugnancia. También aquél era yo. Me parecí natural y humano. A mis ojos, incluso, esa encarnación de mi espíritu pareció más viva, más individual y desprendida, del imperfecto y ambiguo semblante que hasta ese día había llamado mío. Y en esto no puedo decir que me equivocara. He observado que cuando asumía el aspecto de Hyde nadie podía acercárseme sin estremecerse visiblemente; y esto, sin duda, porque, mientras que cada uno de nosotros es una mezcla de bien y de mal, Edward Hyde, único en el género humano, estaba hecho sólo de mal.

El doctor Jekyll deseaba eliminar el mal de la humanidad, empeñó su trabajo en ello al llegar a la madurez de su vida y no lo consiguió pero en ese intento fallído vio revelada la  temible dualidad albergada en cada ser humano

“Considerando las dos naturalezas que se disputaban el campo de mi conciencia, entendí que se podía decir, con igual verdad, ser una como ser otra, era porque se trataba de dos naturalezas distintas; y muy pronto, mucho antes que mis investigaciones científicas me hicieran lejanamente barruntar la posibilidad de un milagro así, aprendí a cobijar con placer, como en un bonito sueño con los ojos abiertos, el pensamiento de una separación de los dos elementos. Si éstos, me decía, pudiesen encarnarse en dos identidades separadas, la vida se haría mucho más soportable. El injusto se iría por su camino, libre de las aspiraciones y de los remordimientos de su más austero gemelo; y el justo podría continuar seguro y voluntarioso por el recto camino en el que se complace, sin tenerse que cargar de vergüenzas y remordimientos por culpa de su malvado socio. Es una maldición para la humanidad, pensaba, que estas dos incongruentes mitades se encuentren ligadas así, que estos dos gemelos enemigos tengan que seguir luchando en el fondo de una sola y angustiosa conciencia.”

Pues bien, parece que yo encontré por otros caminos, el brebaje que convertía al doctor Jekyll en un monstruo e indiscutiblemente me ha funcionado los últimos meses porque ya no somatizo mis muinas y eso, el señor hígado y la señora riñón lo han agradecido mucho. Al igual que el personaje de Stevenson experimento un sentido de alegría, de alivio y viveza en las nuevas facetas que vivo.

Aún así supongo que no es bueno dejar salir a Mis Hyde sin darle previo aviso a los otros seres humanos porque un día de estos, como sucede en la novela de Stevenson, la misantropa deformada, repugnante y malvada, que emerge cuando decido no reprimir impulsos podría acabar con Mis Jekyll o asesinar a mi mejor amiga o a un diputado (lo que no estaría mal jeje)…

La verdad es que, igual que en la novela, me inclino más por la otra persona que duerme dentro, la “insatisfecha e inquieta, pero rodeada de amigos y animada por honestas esperanzas” pero ¡qué rayos! no pueden estar la una sin la otra, necesitan esa eterna pugna. Creo que estoy reaprendiendo a ser persona, ¡sí, de verdad! Me había olvidado o no me gustaba cómo lo había venido haciendo, mi persona fea y mi persona namaste están en eso de hallar el equilibrio. Maybe la opción es llamar a ese centro de meditación budista donde prometen que aprenderé a encontrar calma interior y paz en mi universo, o ponerme camisa de fuerza cuando me suba a una combi, o mudarme a una isla y ser ermitaña, pero algo haré, porque por ahora el monstruo ya se divirtió bastante. ¿Será?

lunes, 22 de noviembre de 2010

¡Compáctense! Es lo de hoy

Estación Guerrero, subes una escalera vuelta a la izquierda y una escalera más; al llegar arriba sólo es posible circular por el pasillo central que está separado de los otros dos, por vallas y así, no es distinto de un corral que conduce vacas al matadero. Si se enciende la luz amarilla tipo semáforo al final de este pasillo, los tres o cuatro oficiales azules que pastorean la zona, han de cerrar el “corral”. De esta forma, varias decenas de usuarios que estaban a punto de llegar al anden se amontonan hasta quedar apretaditos entre las rejas y ante el evidente retraso han de abuchear a los oficiales. Aún así, deben esperar uno o dos trenes para continuar su marcha. Los uniformados explican como cada mañana, que sólo cumplen órdenes y que “es por su propia seguridad”, que "si no se pueden aventar a las vías". Claro que los impacientes siempre pueden brincar las vallas, aveces esto ha resultado en caídas, patadas, empujones pero no está prohibido. Su arrojo da igual porque no por ello subirán antes al tren pero les hace ilusión, ¿porqué no dejarlos?. Al final, esta dosificación del flujo de usuarios no tiene ningún sentido y el anden habrá de saturarse nuevamente cuando se abra la reja. Ya en el anden, otros oficiales, hombres y mujeres, recitan que “recórranse, al fondo está vacío”, que “atrás de la raya amarilla, es por su propia seguridad”, que “permitan salir para que puedan abordar”, que “no se empujen, eviten un accidente”. Se les van los pulmones en ello y aún así resulta que la línea amarilla se pierde bajo los pies ansiosos por abordar, que todas ahí son entronas profesionales del vagón y se lanzan sin miramientos por quienes desean descender. 

La paciencia de las y los oficiales es a prueba de balas y siguen pegando gritos que nadie atiende, pero esta mañana algo ha sido distinto. Un oficial robusto, morenazo y de cabello híper negro y necio recorre el anden reservado para damas-domadas a quienes reparte palmadas enérgicas en la espalda o el hombro si osan cruzar la línea amarilla; el resultado es que temiendo una siguiente llamada de atención, todas mantienen la distancia. Macana en mano, este poli onda nezanazi toma el control de la zona y con alto volumen que ni esfuerzo le cuesta, indica que nadie puede quedarse en medio “siga caminando, ya me escuchó, no se detenga” y así por las buenas y hasta personalizado sí, todas se distribuyen, pero ahí no queda la cosa, cuando algunas comienzan a sentirse alteradas por el trato tan enérgico de este peláo, llega el tren, bajan pocas y muchas quieren subir, todas ahí sabemos que sólo  una o dos conseguirán abordar  pero entonces el personaje uniformado impecable golpea las ventanas de los vagones y la orden es clara:compáctense, compáctense ahí adentro, usted, señora, muévase, tienen que subir más, compáctense!" Subimos muchas, no sabemos cómo pero logramos compactarnos y hasta hubo risas.

Te abrazo abuela

Estas inmóvil en tu cuarto a obscuras. ¿No sientes frío? Tu cabello no es blanco ni estás encorvada y pequeña. Eres la misma que conozco desde que aprendí a llamarte mamá sabiendo que eras mi abuela. Abuela eterna, abuela que podía abrir cualquier frasco, curar cualquier dolor con un té, abuela que conoce el nombre de cada planta que crece sobre la tierra y también de cada persona que cruza por el camino y te saluda porque también te conoce; abuela que sabe si lloverá, si hará tanto frío que el pasto habrá de amanecer blanco o si las ranas están llamando a la lluvia después del calor intenso, abuela que sabe qué se dicen los gallos cuando cantan, qué sienten los perros cuando aúllan, abuela que conoce el lenguaje de las campanas, y traduce el vuelo de las golondrinas, que sabe el mapa de los cerros porque los recorrió de niña, y el del cielo porque lo sigue explorando cuando juega a adivinar el tiempo; abuela recia, erguida, que ocultas las arrugas bajo la piel gruesa y morena de tus manos y tu carita de años. Me parece que tus ojos nuevos me miran más claro ahora que cuando era niña.

Ahora me acerco, no te siento respirar y te abrazo. Hace tiempo que te abrazo como se abraza a un niño querido pero no buscando tu protección, abuela. ¿Te acuerdas de cuándo me defendías de mi madre, de mis tías o de otros niños? ¿Te acuerdas cuando tú sabías siempre a qué camión subir o dónde encontrarme si me escondía? Todo el mundo podía aprenderse leyéndote, abuela. Tu sabías todas las historias y lo que había pasado antes de que todo estuviera y me enseñaste a Dios sin llevarme a una iglesia con rigor. Me contaste de brujas, presidentes, guerrilleros, santos y familiares que no conocí. Lo sabías todo y lo podías todo y fui tu hija sin serlo, la pequeñita, la que presumías a las comadres en el mercado, la consentida, a la que peinabas largo tiempo por acariciarme el cabello, bañabas en tinas con hierbas y enseñabas a bordar ¿Cuándo comenzamos a tratarte a ti como a una niña?, ¿cuándo comenzaste a sentir miedo en la calle y de los extraños?

Yo a veces vuelvo del trabajo y no te cuento que la ciudad es más grande, que ahora hay un tren, un metrobús, un segundo piso, una avenida nueva, que han derrumbado ese edificio y en su lugar hay otro y tú me preguntas si paso por tal o cual lugar que ya no es como tú lo recuerdas pero yo te digo que sí, que todo va igual abuela, que tú aún conoces el mundo, que tú aún me proteges. Que yo aún me colgaría de tu mano para ir a los mercados, los panteones y las catedrales.

Ahora en tu cama, me abrazo a ti como se abraza a un árbol, me siento pequeña y tranquila, me sé tu olor abuela, ese que está en todos los chalecos y los rebozos que usas y que a veces tomo prestados porque nada me abriga mejor. ¿Porqué nunca me abrazas abuela?, ¿es porque crecí? ¿es porque me hice mujer? Es porque crees que necesito ser “fuerte”, nunca llorar, nunca necesitar protección. Nada de blandeces abuela, pero yo cierro los ojos y ahí estás meciéndome en tus piernas, abrazándome, contándome de cuando tú eras niña y dices que soy tu pedacito de carne.

Abuela, ahora sólo estás dormida, ahora te cansas y ya no esperas hasta que todos lleguen a casa pero mañana cuando estés despierta y vea tus ojitos brillantes y no dejes que te abrace fuerte como ahora lo hago, volverás a cuidar de mí y ahora también de la Guerrera cuando yo no estoy, aunque ella no se deje cuidar ni abrazar ni contar historias. Mañana estarás… ¿estarás?

viernes, 19 de noviembre de 2010

Sólo para mujeres

Todos desaprobamos la discriminación o al menos ese es el discurso oficial, la moral en turno. Lo cierto es que todos, a todas horas hacemos o decimos cosas que refuerzan esa práctica en la que, en términos muy generales, unos merecen menos que otros en función de tal o cual condición o circunstancia, elegida o no.

Aviso importante al público que nos prefiere. A partir de hoy Líneas unidas 13 de junio ofrecerá el servicio sólo para mujeres de 6 a 10 pm. Ojo a la fila.
-Pásele damita, súbale, súbale, todavía no se llena, solo damas, solo damas, acá va la fila caballero…súbale damita.
Y si, me subo sin necesidad de esperar la media hora de costumbre y no sin antes notar la filota de machos cabrios que enfurecidos por tener que esperar combi para ellos me ven feo y me odian por ser mujer y bonita y porque sólo por eso me iré primero que ellos en el nuevo servicio que implementa estos días la ruta Líneas unidas 13 de junio, que me lleva a casa desde la estación Lechería del Tren Suburbano.

Arriba nos acomodamos muy bien y sonrientes las puras damitas que nos hemos subido. Nadie abre las piernotas para acaparar banca y holgar “gumaros”, nadie se hace el dormido para cabecear en el hombro de la doña que viene cansada de la soba del día, nadie echa ojo al escote de la jovencita oficinista y falta el clásico tipo cuya música estoy obligada a escuchar porque sus audífonos no dan para la potencia y fidelidad de su súper gadget. El chofer que nos da la bienvenida a su unidad es joven y dicharachero.

-¿Cómo ven damitas? ¿qué se siente ser el elenco de mujeres asesinas? Ahora si ni ponerse al brinco con el pasaje, jejeje. ¿Esta bien este cambio? ¿o ustedes como ven damitas?

-Sí, vamos bien cómodas. Ojala que dure. Ya se habían tardado.

Nos cuenta este muchacho que además les han pedido que usen corbata y camisa blanca, que sólo falta que quieran pintar de rosa las camionetas. Le decimos que mejor de moradito y que no estaría mal que también reclutaran choferes guapos y una chica pide complacencia musical de Shakira.

-Como no damita, es solo para mujeres, y las vamos a consentir.

Qué bien me digo, qué cómoda voy, que agradables, que cordiales y que buena gente somos sabiendo que nos dan un privilegio a costa de la incomodidad de otros y peor aún, a costa de la clara discriminación. Pero ¿porqué y para qué han implementado este programa? Por ahora sólo es piloto me ha dicho otro de los chóferes. Dice que hubo problemas, que los pasajeros peleaban mucho por los asientos, que las damitas, como nos dicen ellos, habían puesto quejas de que los señores se pasaban de listos, que no las dejaban sentar o ellos se encimaban en ellas. A mí me suena a que ante la entrada de una nueva ruta en el paradero, la que va a Bosques del Valle y podría ser competencia para Líneas Unidas 13 de junio, la directiva de ésta pretende ganar preferencia de los pasajeros. Si es que entre transportistas son como sindicatos, como partidos políticos ¡y peor!

Los chóferes están un poco a disgusto porque de 6 a 10 deben dar dos vueltas con pasaje femenino mientras que los que tengan en turno llevar macho, galán y gay podrán hacer hasta cuatro porque siempre hay más hombres que mujeres. Es una estadística interesante considerando que se supone que la población femenina es mayor y productiva en igual porcentaje que la masculina. ¿Acaso es que muchas tienen nave propia? Jo.

Es un riesgo, augura otro de al volante, en cuanto se sepa que traemos camionetas cargadas de leidi nos van a querer asaltar o secuestrar la unidad, de seguro. Para nada, es muy negativo pensar así, si te toca, te toca aunque traigas puro cabrón, opina otro, y además, agrega, a esta hora hasta se va más relajado uno porque ustedes hacen un ambiente más leve, las mujeres son la cosa más bonita de la creación, eso sí, calladitas se ven más bonitas porque ¡hay que ver cómo discuten!, me dice.

(sic)

Todo esto se dice ahora que algo nos mueve la rutina. Pero pienso, y ese era el tema, que este tipo de acciones validan la intolerancia al marcar con rojo brillante la línea que separa un género de otro. Igual que un día alguien decidió que las mujeres de rosa y los hombres de azul y le generó entonces un conflicto a los niños que gustaban del color que “no les correspondía”. Igual que un día en el metro alguien decidió que hubiera un vagón para mujeres y otro para hombres y así inició una era de agresiones y peleas por esos espacios. Ahora ocurre en las combis que eran áreas de tolerancia, obligada pero tolerancia. 

¿Recuerdan cuando los negros no podían viajar  en los mismos autobuses que los blancos o cuando los nacos no podian entrar a los mismos antros que los juniors? bueno eso todavía pasa pero el punto es que esa palabrita: tolerancia, va perdiendo terreno porque reforzamos una y otra vez las diferencias entre hombres y mujeres. Separándonos de ellos, les decimos que sí, que aceptamos que somos más vulnerables, que  los consideramos inferiores, casi bestias, que nunca serán capaces de respetarnos y que nosotras somos frágiles, débiles, carecemos de recursos para hacernos valer, que necesitamos la protección de la falsa exclusividad y afirmamos nuestra incapacidad para convivir pacíficamente como seres humanos, para lograr trascender la barrera del género. 

¿O usted cómo ve damita?

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Paralela


Comienza esa canción, entra su llamada (¿Hola?), y sucede el dejavú, el flash back, la película en retroceso. Es que no se puede estar con la guardia baja. Un parpadeo y el instante encuentra mi baúl abierto. Sin saber cómo, llegué de pronto a un sitio en el que todo parece haberse quedado suspendido a esperar al siguiente segundo, a que suceda ese momento preciso en el que habrá de continuar la historia. Late fuerte el corazón y recuerdo, deseo… o tal vez sólo añoro. ¿Será posible que persista ese instante en el alma?, ¿que los sentimientos permanezcan ahí, paralelos al presente, latentes e intactos?, ¿que ciertos lazos sean como pactos sellados con fuego?, ¿que los muertos hablen? No, me digo. Hace tiempo que la apuesta por nosotros se cerró. Hace mucho. No me engaño, juro que le di vuelta a la hoja, que mi almohada ya no me ha visto llorar, me curé de querer quererlo, verlo, sentirlo; se desvaneció el dolor que era para siempre, ya no sueño con despertar junto a él. Parece mentira que entonces, ahora ese fantasma me susurre. Nos decimos lo de siempre, nada de nosotros, cosas de él y de ella, no adivino nada en la intermitencia de sus palabras, no me cuenta un secreto el timbre de su voz, termina la llamada y se esfuma el vaporoso espejismo de ese pasado compartido, de ese presente suspendido en el que las horas no habrán de desvanecerse, las flores esperan marchitarse, lo mismo que el agua evaporarse, nadie habrá de abrir esa puerta, las paredes no verán concretadas sus grietas, la media luz se hará insoportable y esa cena a la que no has llegado se enfría para siempre, mientras yo aún soy aquella que espera junto a la ventana con una mano en el corazón y la otra llenita de anhelos imposibles.

Ciao…cuídate…que estés bien…en eso quedamos…yo te llamo o tú me marcas… como quieras…está bien…hasta luego…

Regreso a donde todo está en su sitio, donde vuelve a ser un desconocido, alguien que tiene novia, un empleo y pasatiempos que no sé, alguien que llama para visitar a nuestra hija una vez por semana. No quiero quedarme en ese mundo paralelo, elijo este presente, ese tiempo ya no es.

“…quiero que me digas, amor, que no todo fue naufragar por haber creído que amar era el verbo más bello...“   Luis Eduardo Aute

jueves, 11 de noviembre de 2010

Enamorada


¿Cuándo fue la última vez que estuviste contigo, bendijiste tu compañía, tu existencia, amaste tu voz y sentiste tu piel, tu aliento sobre ella, te respiraste y guardaste en la memoria tu aroma hasta el suspiro y el placer y deseaste jamás apartarte de ti, de tu esencia, de ese instante tan tuyo? Ese placer que experimentabas cuando el viento se estrellaba contra tu cuerpo encaramado en las ramas de un eucalipto, cuando el agua recién nacida de una roca mojaba tus pies desnudos y le permitía al musgo juguetear entre tus dedos pequeños y vibrantes, cuando te acostabas entre hierba al sol y le permitías besarte entera, luego de haber corrido hasta sentir el golpeteo del corazón dentro tuyo y casi hacerte estallar como de igual manera podías estallar en risa con las cosas sencillas. ¿Cuándo fue la última vez que te descubrirste llorando y te permitiste sentir intensamente y te abrazaste hasta sentir paz?, ¿esta mañana mientras te bañabas notaste la fiesta entre tus poros y el agua?, ¿en el tren cuando un sol pálido intentaba cerrar tus ojos sentiste el beso cálido en tus parpados?, ¿percibiste las distintas texturas en tus labios cuando recogiste de ellos el jugo de la mandarina?, ¿distingues el aroma de tu cuerpo antes de la crema perfumada?

Esa joven pareja. Se abrazan, se respiran, sienten él la piel de ella, y ella el aliento de él en la mejilla, tan cerca de los labios que él roza para descubrir la textura, la tibieza y ambos sincronizan el calor que vibra en sus cuerpos cuando la cercanía es evidente. Ambos saborean entonces cada una de esas sensaciones hasta el suspiro, hasta el placer, hasta desear que esa presencia jamás se aparte, que no se agote ese instante y al despedirse será difícil comprender porqué comienzan a extrañarse el uno al otro antes de que se halla ido. Sin duda, eso es parte de estar enamorados.

Descubrirlo en un despertar adolescente fue fascinante porque el alma guardaba memoria de haberlo experimentado y esa reminiscencia era un impulso vital pero hace tiempo que había sido sellada y no advertí la posibilidad de experimentar ese torrente de sensaciones en compañía de mi propia esencia. 

Aquél resplandor no permaneció e intenté incontables veces revivirlo, volver a enamorarme pero afanosamente busqué hacerlo en la cercanía de un cuerpo que no era el que me contienía, a través de una mirada que no era la mía, de un alma ajena, de otra piel, de otro aliento, otro tacto. Tanto tiempo me aferré a la creencia de que si no lo conseguía la vida no habría valido la pena que tantos intentos me dejaron exhausta y siempre con la sensación de haberme vaciado un poco más.

Nacemos solos, somos almas en un mar de almas, y sí, es delicioso coincidir, acompañarnos con otra, pero es inevitable apartarnos luego y reencontrarnos tal vez pero seguir el camino y hemos de morir solos sin jamás fundirnos con otra alma (por fortuna), sin dejar de ser únicos, totales, completos, irrepetibles. ¿Porqué perseguir la quimera de lo contrario?, ¿porqué negarnos el regalo de la totalidad?

El secreto permanece ahí: es posible enamorarse de la propia esencia, permitir que la soledad sea una exquisita compañía y dejar de llorar esa falsa orfandad, ese vacío que puede ser llenado compartiendo tanto sin esperar que suceda si y sólo si aparece de pronto la persona adecuada. Pero no sucedera por azar. Amarnos y amar a otros es un arte y una decisión que compromete nuestra resistencia, insistencia y habilidad para vivir y para disfrutar cada detalle.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La importancia de llamarse...


Todo empieza con una preguntita: ¿y qué significa?Antes de esta entrada sólo me atormentaba no tener alguna historia detrás del nombre pero dormía tranquila y pensaba como Julieta “¿Qué hay en un Nombre? Aquello que llamamos rosa olería igual de dulce con cualquier otro Nombre” (William Shakespeare, Romeo y Julieta). Despues de mucho indagar, parecerá que me entró el alucine pero me quedo pensando en que el cuestionamiento que se hace la hija única de los capuleto refleja claramente cómo es que pensamos los occidentales acerca del tema. Parecemos estar muy convencidos de que los nombres son meras etiquetas, fonemas para poder decir de alguien o de algo.

Nos parece cosa de lo fantástico pensar que nuestro nombre nos brinda fuerza, nos otorga un destino, reflejan el alma y nuestra personalidad, como sí se creía en las civilizaciones o pueblos antiguos, el Hebreo por ejemplo o las de los indios americanos, quienes elegían nombres relacionados con la naturaleza y la inspiración de sentimientos que ésta podía generar. 

Es más, a veces renegamos de nuestro nombre aún cuando se trata de la palabra más dulce en nuestros oidos porque nos unifica aún cuando alguién más se llame igual, ya que quien nos nombra lo hace conteniedo en la palabra, su idea de nosotros.

Ahora de verdad me pregunto si Fatima Sared sería quien es y cómo es de haberse llamado de otro modo y si acaso eligió venir y eligió a sus padres como dice y además eligió su nombre. Por ahora sé que ella es en verdad todo lo maravilloso que encierra su nombre y es mil cosas mágicas más.

Unos meses antes de su llegada hicimos un acuerdo, uno muy bobo, arbitrario, sin sentido: si era niño yo elegiría el nombre y si era niña lo escogería él y yo estaba segura de que sería niño je! y ambos teníamos bajo la manga el nombre ideal de acuerdo a nuestros gustos, preferencias literarias, históricas, fonéticas, melódicas o bien a los nombres de nuestros héroes o ex parejas.

Ya me escuchaba yo llamando a un precioso niño de grandes ojos: Sebastián o Benjamín o Pablo o Ernesto… Pero llegó el día, una nena enorme y con cabeza de melón rosado nos nació y él estaba decidido a llamarla Natalia como una muy querida exnovia.

Obvio, la idea no me encantó y traté de convencerlo por Regina, Renata, Fernanda o Rebeca que según yo, eran nombres bellos y con cierta fuerza. No me escuchó pero tuvo algo de buen criterio y se decidió por Fátima.

Pero faltaba algo y abrió la biblia, no porque fuera muy devoto sino porque según él, si su sobrino Gerson tenía nombre bíblico, su hija no se iba a quedar atrás. Y ahí estaba, en Génesis 46: Sared. Se escuchaba bien y además decía que era pariente de un tal Gerson, como el sobrinito, sha!

Sentí que era una decisión tomada a la ligera pero había hecho un acuerdo. Era triste pero en adelante, cuando me preguntaran qué significado tenía el nombre de mi pequeña yo no tendría respuestas y eso me incomodaba porque además no lo habíamos escogido juntos por alguna bella o emotiva razón. Todo había sido un capricho del destino, pensaba yo.

Y sin embargo, ese nombre, Fatima Sared me sonaba casi sublime y me parecía que no había otro que combinara mejor con la personalidad de esa muchachita que comencé a ver crecer y que no podría haberse llamado de ninguna otra manera.

Ahora que ha corrido mucha cinta de la película y Fatima Sared ya hasta escribe en su propio blog y presume en él su nombre, decidí esforzarme y documentar un poco el asunto por si acaso, para futuras referencias.

Es bien sabido que Fatima es el nombre de la aldea portuguesa donde se hicieron famosas las historias sobre apariciones de la Virgen María a tres pequeños pastores y por tanto, es conocida la advocación de Nuestra Señora de Fatima. Ese nombre me encantó porque de niña había un cuadro viejo en mi cabecera, en el que estaba la Virgen mirando a los niños de Fatima, en un paisaje colorido donde había colinas y borreguitos. Tenía ese cuadro en la cabecera de mi cama y me encantaba contemplarlo porque además tenía un acabado que brillaba por las noches y jamás me cansaba de escuchar en labios de mi abuela la historia de esas apariciones y esos niños y las profecías. Más tarde alguien me dijo que Fatima se llamaba un amor platónico de mi ex, qué cosas ¿no? Bueno Fatima es también el nombre de la hija menor del profeta Mahoma y la única que tuvo descendencia. Viene del árabe Fatama que significa según lo que pude encontrar: doncella, única, virgen, esplendida, la que intenta volver a su mundo. También se cree que es una derivación del latín fatum, fata... que significa destino. Con el imaprincesa agregaríamos, y quedaría como princesa destinada o princesa del destino. Y por ahí encontré que también se interpretaría como La que esta dotada con poderes inimaginables.

Y acerca de Sared, la cosa sería así: en tiempos muy remotos cuando Dios y el hombre todavía se llevaban de a cuartos y hasta se hablaban y hacían alianzas, Dios le promete a Abraham que de él surgiría una gran nación. Pero la esposa de Abraham, Sara aunque bellísima ya era una anciana y nomás no paría, entonces Abraham a los 86 años toma a su esclava egipcia Agar y les nace Ismael, a quien los musulmanes árabes consideran su progenitor pero luego para el cumpleaños 100 de Abraham, Dios se acuerda de su promesa y hace fértil a Sara que entonces le da la sorpresa y queda embarazada de Isaac, (nunca es tarde); Isaac a su vez engendró a Jacob que tuvo doce hijos. Estos, serían reconocidos como los patriarcas de donde provienen las doce tribus de Israel entre las que Josué repartió la Tierra Prometida, la tierra de Canaán, Judea y hoy Israel tras el regreso de Egipto. La cosa se va haciendo extensa así que cierro: uno de esos doce hijos fue Zabulón que luego fue padre de Sared, aunque algunas traducciones lo apuntan como Sered y otras como Sacred y de hecho más bien era varón y de él desciende la tribu de los sereditas.

Sólo para más contexto, je, resulta que las doce tribus se agruparon en dos reinos: Judá e Israel pero a la muerte del rey Salomón, estos dos reinos se separaron en todos los aspectos, llegando a enemistarse seriamente y ya sabemos que esas asperezas no se han limado.

Ah si, el significado: Sared, del hebreo Sered o Tsereth, anhelo, honra, reverencia y también fue llamada así una ciudad ubicada en el territorio de Rubén, el hijo mayor de Jacob, con la connotación de resplandor de la aurora o del alba.

Resumiendo: Única y sin igual doncella, princesa del destino, que anhela, honra y reverencia, que está dotada con poderes inimaginables y que es espléndida cual resplandor de la aurora o del alba.

Ja! Ahora sé mucho del nombre de mi hija y espero que nadie vuelva a preguntarme qué significa porque daré tooooda esta explicación y el resumen ¿ok?

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Violencia de género? ja!


Muchas veces he pensado en que es triste pero hay que decirlo, las mujeres son las más ultraviolentas a la hora de violentar a otras mujeres. No me quiero arriesgar a caer en un prejucio pero lo vivo en la calle, en mi familia, entre las amigas, en la oficina. 

No me siento tan vulnerable frente a la fuerza bruta de un hombre como frente a la capacidad hiriente, descalificadora, anulante, ignorante de otra mujer. 

Primer acto

Se abren las puertas del vagón de metro, un tipejo alto, fornido que apenas pinta canas y que, por lo que se huele, parece haber bebido de más, entra dando sendo y brutal puñetazo que lanza al interior a una mujer que usa chamarrota rosa y que esperaba junto a él, en estación tal de tal metro a tal hora.

Segundo acto

- Mujer que usa chamarrota rosa: ¡oiga señor que le pasa? Además, ¡este es el vagón de mujeres!
- Policía (alto, joven, prieto y a medio uniformar a bordo del vagón): señor pase al vagón de hombres.
- Tipejo: no señor, yo acabo de caerme en las escaleras.
- Mujer acompañante del tipejo (seguro, es su esposa, matrimonio cincuentón con tufo a rancio): ¡y viene conmigo y no se baja!
- Mujer con chamarrota: ¡yyyy? Eso no le impidió golpearme con fuerza, yo no lo veo débil ni nada y que venga con usted no le da derecho a irse en vagón de mujeres ni a golpearlas.
- Tipejo: aquí todos se empujan ¿no poli?
- Mujer con chamarrota rosa: no señor, no todos, yo no lo empuje a usted y no empujo a nadie y usted (al policía) ¿no hace nada? Claro, si se meten a policías sólo por hambre, ¡para qué sirve la maniobra entonces (la maniobra es separar hombres y mujeres en el metro a horas pico)?
- Policía: El señor tiene el mismo derecho a irse aquí y usted le estorbaba y yo ni trabajo aquí.
- Mujer acompañante del tipejo: ¡déjelo en paz, está muy acelerada!
- Mujer con chamarrota rosa: ¡pues claro que estoy acelerada! Un tipejo me golpea, es otra mujer la que lo justifica, el uniformado acá lo defiende y todas aquí se quedan calladas aunque alguna vez las hallan manoseado o aventado así. ¡Agachonas!

Tercer acto

El vagón sigue su marcha en relativo silencio y en relativa calma; se suben más tipejos al vagón de mujeres, se sonríen porque es rico infringir una regla, supongo; el tipejo golpeador está que no cabe en su sonrisita de satisfacción, la mujer que lo acompaña lanza miradas fulminantes a la de chamarra rosa, tres estaciones después el poli se baja, saluda a su compañero uniformado y toma su turno en el anden de esa estación, al final resulta que sí trabaja en el metro y la de chamarra rosa se va rumiando hartas cosas hasta su casa.
ooOoo

Y qué más da ¿no? Una rabieta más, una injusticia mínima más entre miles y muchas veces más graves que se viven a diario en el metro, en esta ciudad, en este país, en este mundo.

Luego pienso que el mundo está al revés y que he venido educando mal a Fátima, le he dicho muchas veces que si está en problemas exprese lo que siente y lo que piensa y que si el problema es muy grave puede acudir a las personas “mayores” (figuras de autoridad, pues), que ellas sabrán qué hacer y que siempre habrá alguien que la proteja, pero ¡coño! Me han golpeado de feo modo y me expresé y valió gorro y una figura de dizque autoridad defendió al agresor y es una de mis congéneres quien me pone más los pelos de punta por defender al machón que la acompaña. No, pienso, nadie va a defender a nadie, estamos solos y más aún: solas. ¿Qué procede?, ¿portar armas?, ¿unirse a la bola de agachonas?, ¿autodefensa personal? tal vez deba ir tomando clases de tiro. Naaaaa, el mundo está al revés, me repito.

O tal vez no tanto, me digo al final, tal vez cada cosa y cada persona está en el sitio que le corresponde. Esa mujer lleva quizá más de la mitad de su vida aguantando las patanerías del tipejo ese y está tan adaptada que no comprende que no es correcto y no es habitual que alguien proteste por ello, pero yo lo hice y entonces la coodependiente que vive dentro de ella salió como fiera a defenderlo. Ese poli con su ineptitud me confirma que el orden establecido no ha funcionado, que no es la vía, que las cosas necesitan cambiar, que ese cambio lo haremos nosotros y además que no me gusta ser una victima porque éstas siempre necesitan defensores pero que alzar la voz es un arte que debo afinar. Y yo, pues yo estaba en ese lugar en el que estoy siempre, a la hora tal y en la estación tal, que me ocurren tales situaciones, que me dejan pensando tales cosas y que al final me obligan a mirar lo que soy y lo que no soy y peor, a escribirlo, jo!

No, no quiero redondear!!





martes, 2 de noviembre de 2010

Que monstruos son...

En una noche obscura de terrible tempestad….bueno no llovió pero amenazaban las nubes y el Parque México más oscuro que boca de lobo no se parecía al bonito lugar donde una mañana de fresca primavera convidaramos migajitas a los patos del lago, jo!. Afortunadamente algunos paseantes pusieron collares luminosos a sus perros y entonces nos guiamos por lucecitas neón que corrían por aquí y por acullá. Lo mismo vimos a una french poodle disfrazada de diablita que a un peludo con macabras manchas sangrientas (de mentis) y a un labrador ataviado de calabaza. Yo juraría que lo vi sonreír divertido por todo el ambiente halowinesco pero mejor no me crean ya saben que suelo ver cosas que no.

Nos citamos en ese parque condeccino porque era 31 de octubre y según esto, tocaba pedir Halloween. Siete años después de haber dejado los días de parranda universitaria varios de nosotros compartimos de una y otra manera esta hazaña de la maternidad y la paternidad, así que encontrarme con ellos en este rol y armar una bandita con nuestros críos es para mí una cosa imperdible y para mi Guerrera por cierto fue un pretexto ideal para afirmar su amistad con Elías.

Todo comenzó un día antes cuando nos aventuramos a un mercado en la Bondojito para elegir entre variedad de disfraces, el mejor vestido de Catrina y no cualquier sombrero sino uno que tuviera joyas y un velo tan largo que cubriera la cara y los brazos porque eso, dijo Fatima, lo hacía más fantasmagórico. Aderezamos con guantes de encaje negro y arañas como aretes.

La siguiente escena fue en casa de Greta, una coker spaniel barbaramente alocada, coqueta, caprichosa, rebelde y con síndrome de canguro brincador que comparte su casa con nuestros muy queridos amigos Mariangel y su guapo Elias. Aquí, todos a departamento de vestuario y aplicación de maquillaje espectacular. Bases blancas, polvo para fijar, coloretes en cavidades oculares y pómulos. Cejas naranja, parpados verdes, grecas y flores mortuorias en la frente y la barbilla, delineadores, labios calamitosos, rociamos spray fijador para cabello que en este caso fijaría perfecto los colores y ¡voilá! No creo volver a ver mejor caracterización de sombrerero loco y muerte elegante. Y ellos soportaron tanta cosa en las caritas pues porque esos dulces que no se compran, que saben diferente a los dulces de todo el año y esa ceremonia de pedirlos casa por casa lo valían.

Parque España un poco después de vagar por el México, nos encontramos un hombre araña que corre que da miedo, un bebé calabacita (¡todo tierno! Cual debe) y un fabuloso murciegalo, no cualquiera, éste hablaba murciegalo y volaba igual que uno. Un día como este pero de algunos años atrás los padres de estos peques y yo estábamos disfrazados en franco desmadre de los veinte y menudo brindis chelero pero, hoy la cosa no era menos divertida, nos juntamos con los colonos de la colonia de Marcelo y la fiesta callejera comenzó.

Cuidado, los ciudadanos que mañana van a exigir derechos y justicia, esa nocheexigían dulces con tal furor y convicción que nadie podía decirles que no. Por un momento tuve la sensación de que los adultos estábamos ahí sólo espectar y acaso, para contagiarnos de la euforia de la manada de enanos disfrazados. De un momento a otro las mamás gritabamos a unisono la consigna: ¡queremos Halloween! ¡Queremos Halloween! ¡Dulce o truco, dulce o truco!

Topamos con el hombre lobo y nuestra jauría lo despojó de cuanta golosina llevaba encima, Jack nos acompañaba y también una Maléfica cuarentona más fea que la de la película, vimos a Blancanieves ya fallecida y luego se nos unieron un espantapájaros y su hermana la araña peluda. Alrededor de nosotros revoloteaban hadas malhechoras y brincaban diablillas que coreaban las consignas de un Jasson con liderazgo espeluznante, atracamos una pastelería y como no había caramelos tuvieron a bien donar unos merengues para la causa. Un vampirito de ojazos azules y acaso cuatro añitos apelaba al espiritú haloweenesco y mi Catrina de la mano con el Sombrerero loco se ponían listos en primeras filas para extender las calabazas y compartir el motín.

¿Qué cosa es el Halloween? Y ¿la etimología de la palabra?, ¿qué caramba se celebra o se conmemora en tal fecha? Y ¿me juran que es el 31? Cuando yo era niña, varios de la cuadra salíamos a pedir calaverita el 1 de noviembre porque es día de muertos, porque se recuerda a los seres queridos que partieron, porque ese día a las ánimas de los niños difuntos se les concede venir del más allá a pedir los caramelos que no disfrutaron en vida y a los niños vivos se les concede pasarse de vivos, disfrazarse de fallecidos y pedir también para que acompañen a las almas inocentes, pero ¡¿y el Halloween?! Que en Estados Unidos es el 31, que se trata de convertir al mundo en un lugar de horror (bueno…) eso me dijeron, yo no se, hay temas que no se me antojan para profundizar pero acá el asunto fue encontrarnos con los amigos queridos y con otros que ni conocíamos pero que armaban esa atmósfera, la cosa fue ser parte de ese ritual y tal vez resignificar la fecha, hacerla muy nuestra. ¡Y vaya que sí!

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