miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mis Hyde

http://e-lena.es/index.html

“Fui presa de los más terribles tormentos: un crujir de huesos, una náusea mortal y un horror del espíritu que no podría ser superado ni en la misma hora del nacimiento o de la muerte. Esta agonía pronto empezó a pasar, y, como quien sale de una grave enfermedad, me fui recobrando. Había algo nuevo en mis sensaciones, algo indescriptiblemente nuevo y, a causa de esta misma novedad, increíblemente dulce. Me sentía más joven, más ligero, más feliz en lo físico; interiormente, tenía conciencia de una fuerte temeridad, en mi imaginación se atropellaban desordenadas imágenes sensuales, los lazos del deber se aflojaban y experimentaba un desconocido, pero no inocente, sentimiento de libertad en el alma.”

A ver, parece que mi tema es la movilidad urbana, ¿qué le voy a hacer?, mi traslado de casa al trabajo y viceversa me toma hasta cuatro horas diarias. Pero lo que anda en mi cabecita hoy no son los conflictos de transporte público, aunque todo parte de un incidente en combi.

Recapitulando, ahora hay servicio only for woman en el paradero del tren suburbano, “para evitar faltas de respeto a las damitas” uuuuuuuuy sí ¡como no! waaaa

Anoche el chofer le decía al checador "(...) a esa ruca no la subas está re gacha(…) ira, ira súbeme a la morrita adelante(…) sale, me tocan puras feas (…)"

Shaaa. No es que yo me sintiera aludida porque no soy muy joven pero tampoco ruca y no soy muy guapa pero tampoco regacha. Ya saben tales comentarios sexistas pueden caerme bastante pesados.

En fin, pretendí dejarlo pasar porque Ulises me dijo que cuando alguien me alterara pensara: “ése es su trabajo, su asunto, el mío es éste” y así venía practicando mis ejercicios de respiración-relajación (ooooooom) pero el tipo este, bajó a una ancianita dos cuadras antes de donde ella quería bajar y dijo que “¡sirve que camina seño! ah jajaja”; luego de un trayecto con mal servicio, música estridente y casi estrellarnos con otra camioneta, a mí me cobró más y no traía tarifa autorizada en la ventanilla, se lo hice ver y me dijo que si era mi gusto lo reportara, pero nooo, mañana cuando pudiera levantar mi queja ya se me habría pasado la muina, y no por mis centavos (que para eso soy próspera), sino por el lujo de patanería con la que este pelado venia tratando a cuanta damita subía a su combi. Total que yo me bajé pero una lluvia de moneditas atravesó la ventanilla para estrellarse en la pelona de este ejemplar de misógino. Sí, me salió la dinosauria again! Arrrgggg

¿Saben qué? Me va a dar mucha pena pero este tipo de cosas las tendrá que saber Ulises y a ver con qué agujas, qué té o qué terapia lo arreglamos porque desde que soy la reina, soberana y emperatriz de mi metro cuadrado no me da la gana callarme si algo no me gusta, no me da la gana aceptar peladeces y de vez en cuando he reaccionado así y lo peor de todo es que hasta me ha divertido, después lo medito y se que no está bien, pero eso es mucho después.

El mal además (que constituye la parte letal del hombre, por lo que debo creer aún) había impreso en ese cuerpo su marca de deformidad y corrupción. Sin embargo, cuando vi esa imagen espeluznante en el espejo, experimenté un sentido de alegría de alivio, no de repugnancia. También aquél era yo. Me parecí natural y humano. A mis ojos, incluso, esa encarnación de mi espíritu pareció más viva, más individual y desprendida, del imperfecto y ambiguo semblante que hasta ese día había llamado mío. Y en esto no puedo decir que me equivocara. He observado que cuando asumía el aspecto de Hyde nadie podía acercárseme sin estremecerse visiblemente; y esto, sin duda, porque, mientras que cada uno de nosotros es una mezcla de bien y de mal, Edward Hyde, único en el género humano, estaba hecho sólo de mal.

El doctor Jekyll deseaba eliminar el mal de la humanidad, empeñó su trabajo en ello al llegar a la madurez de su vida y no lo consiguió pero en ese intento fallído vio revelada la  temible dualidad albergada en cada ser humano

“Considerando las dos naturalezas que se disputaban el campo de mi conciencia, entendí que se podía decir, con igual verdad, ser una como ser otra, era porque se trataba de dos naturalezas distintas; y muy pronto, mucho antes que mis investigaciones científicas me hicieran lejanamente barruntar la posibilidad de un milagro así, aprendí a cobijar con placer, como en un bonito sueño con los ojos abiertos, el pensamiento de una separación de los dos elementos. Si éstos, me decía, pudiesen encarnarse en dos identidades separadas, la vida se haría mucho más soportable. El injusto se iría por su camino, libre de las aspiraciones y de los remordimientos de su más austero gemelo; y el justo podría continuar seguro y voluntarioso por el recto camino en el que se complace, sin tenerse que cargar de vergüenzas y remordimientos por culpa de su malvado socio. Es una maldición para la humanidad, pensaba, que estas dos incongruentes mitades se encuentren ligadas así, que estos dos gemelos enemigos tengan que seguir luchando en el fondo de una sola y angustiosa conciencia.”

Pues bien, parece que yo encontré por otros caminos, el brebaje que convertía al doctor Jekyll en un monstruo e indiscutiblemente me ha funcionado los últimos meses porque ya no somatizo mis muinas y eso, el señor hígado y la señora riñón lo han agradecido mucho. Al igual que el personaje de Stevenson experimento un sentido de alegría, de alivio y viveza en las nuevas facetas que vivo.

Aún así supongo que no es bueno dejar salir a Mis Hyde sin darle previo aviso a los otros seres humanos porque un día de estos, como sucede en la novela de Stevenson, la misantropa deformada, repugnante y malvada, que emerge cuando decido no reprimir impulsos podría acabar con Mis Jekyll o asesinar a mi mejor amiga o a un diputado (lo que no estaría mal jeje)…

La verdad es que, igual que en la novela, me inclino más por la otra persona que duerme dentro, la “insatisfecha e inquieta, pero rodeada de amigos y animada por honestas esperanzas” pero ¡qué rayos! no pueden estar la una sin la otra, necesitan esa eterna pugna. Creo que estoy reaprendiendo a ser persona, ¡sí, de verdad! Me había olvidado o no me gustaba cómo lo había venido haciendo, mi persona fea y mi persona namaste están en eso de hallar el equilibrio. Maybe la opción es llamar a ese centro de meditación budista donde prometen que aprenderé a encontrar calma interior y paz en mi universo, o ponerme camisa de fuerza cuando me suba a una combi, o mudarme a una isla y ser ermitaña, pero algo haré, porque por ahora el monstruo ya se divirtió bastante. ¿Será?

2 comentarios:

  1. creo que nos hará bien ir a nuestro curso de Como matar a cuchilladas al enojo, omm omm omm

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja!! Pensé que era la única que tenía dos personas viviendo dentro de sí, solo que aún no me siento tan libre de aventar moneditass, ni de decir cosas a los jefes, espero que algún día lleguue, parece divertido! No la reprimas ehh....

    ResponderEliminar

Dime qué piensas

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...