Se suben dos guapas y super arregladas mujeres, al vagón de las mujeres claro. Encuentran asientos porque es tarde y los aprovechan porque los tacones vienen haciendo lo suyo. Una es rubia, lleva un vestido precioso, joyas y maquillaje en tonos dorados, toda muy linda ella y la otra, es bajita, cabello ondulado al hombro y teñido de castaño, maquillaje discreto, falda negra, corta y tacones altos.
La rubia se quita las joyas y las guarda en la bolsa mientras le dice a la trigueña que no es por lo que valen sino porque se pueden atorar y es que sí, son como diez collares. Se colgó el molcajete como dice mi abuela. La plática fue así más o menos:
- Me la pasé increible! ¿cómo ves si nos vamos en taxi?
- No, mejor caminamos
- ¿Que no te cansaste? jajaja
- Si pero para platicar otro rato ¿no? tengo que contarte lo que me dijo Benja
- Jajaja bueno, oye ¿y vamos a ir a lo del miércoles?
- Yo digo que si, ¿es en la noche no? Yo si puedo.
- Ya quedamos entonces, ya nadamás decídete ¿venimos también al baile del jueves o nos vamos al del viernes?
- No, mejor vamos a donde yo te invito para que conozcas a los muchachos, ellos sí saben bailar y la semana que viene ya venimos con ellos al baile el jueves.
- Mmm, si mejor y así aprovecho para ir a trabajar, ya me hace falta porque no he pagado mi recibo de teléfono jajajaja
- Ah yo tampoco, lo que nunca en mis 82 años!!
¡Esta juventud alocada!, pienso yo. Tengo 29 y todavía no decido si voy a planear muy bien mi suicidio antes de arrugarme toda y ver mis senos chocando con las rodillas o si debo ir pensando en el tapiz de mi recamara en un asilo, si daré servicio como maestra rural unos años antes de retirarme del mundo...tal vez voy a tener uno o dos nietos y me encantará cuidarlos o tal vez no y prefiera ser una viejita con vida social como esas dos que vienen de una tarde de danzón, o quizá para entonces habré de encontrar a mi Benja y estaré escribiendo las memorias de mis muchos viajes junto a él y no en metro precisamente como hago ahora.
-ahh-suspira la rubia- a ver que pasa.
-si, a ver que- dice la trigueña- ¡me encanta el danzón!
Las escucho y recuerdo El son del corazón: "Piernas que llevan del muslo al talón los recados del corazón..." Leí por ahi que, la danza es el goce instantáneo de la memoria corporal. ¡Bah! Par de viejitas descocadas, se pasaron la tarde bailando con sus Benjas, ¿que no tendrán nietos que cuidar?
En eso pensaba cuando llegamos a Balderas y las dos guapas mozuelas se bajaron antes de que pudiera preguntarles cómo se hace para cumplir 82 y seguir llevando tanto carnaval por dentro.
Simplemente me encantó... lo tuyo lo tuyo.
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