jueves, 29 de marzo de 2012

Cuento para dormir


 
Temí que su nostalgia fuera mucha y le dije que yo no sabía mucho de papás porque yo no había tenido uno pero que sí estaba segura de que su papá la quería mucho pero que se pierde de estar con ella todo el tiempo que quisiéramos quizás porque los papás y las mamás somos diferentes. Las mamás somos pegajossas y los papas desapegados, así le dije. En la naturaleza los críos, fíjate,  se quedan casi siempre con las hembras y los machos siguen otro camino, así es con los gatos con los conejos, con los zorros, con los tigres…nos seguimos largo rato hablando de los documentales y otros programas de corte naturalista que hemos visto y todo para concluir con la película de Bambi y esa escena donde mamá venado y el pequeño príncipe venado ven al macho alfa de los venados en la cima del bosque. Distante pero cercano, ausente pero presente. Al fin la Guerrera concilia el sueño, piensa en ese papá venado, en los gatos y los tigres que son entrenados para la vida por las madres, quien sabe, pero ya sin lagrimas puedo  irme a dormir también. No me resulta sencilla esta labor.  Me incomoda la sospecha de que voy siempre muy esmerada limpiando el camino para que a él le resulte mas sencillo andarlo con ella y siempre me digo que no es por él, sino por ella. Algunas veces, casi siempre, me detengo para observarla y saber si lo estoy haciendo bien o me equivoco y debería modificar mi modo de ser su mamá, y seguramente eso es algo que no sabré sino hasta que llegue al fin del recorrido.

2 comentarios:

  1. La maternidad es un camino que nunca tiene final...asi que keep walking con mas amor y menos preguntas. Lo haces muy bien y cuando sea grande quiero ser como tu.

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  2. Tenía rato tiempo de no leerte con calma. Siempre encuentro una nostalgia en tus palabras que me gusta. Eres una gran madre, eso lo sé.

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