
Comencemos por el principio: ¿qué chingados es un blog? (año 2010, los púberes twitean y editan podcast, entre muchas otras maravillas informáticas y yo sin saber qué es un blog).
Reza la Real Academia Española: La palabra BLOG no está en el Diccionario. Jo!
Dice otra conocida fuente:
Blog: término inglés que proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). Se utiliza preferentemente cuando el autor escribe sobre su vida propia como si fuese un diario, pero publicado en la web (en línea). En español también se dice que es una bitácora, es un sitio web periódicamente actualizado, blablabla…¿Y para qué digo esto? Wa!!, la cosa es que aún no supero mi obsesión por encontrar el fundamento y la razón de ser de todas las cosas y buscándome un motivo para inaugurar mi propio
blog, esto de las bitácoras me gustó.
Resulta que bitácora es también
“un armario o caja de madera, fija a la cubierta de un barco junto a la rueda del timón, y en la que va montada la aguja náutica…Antiguamente, solía guardarse en el interior de la bitácora el llamado cuaderno de bitácora, para preservarlo de las inclemencias del tiempo.” Es así que se le dio el nombre de bitácora a los cuadernos que se utilizaban en los barcos para relatar el desarrollo del viaje.
Ah!! Pero que idea más chula!! Tener una bitácora, como un diario, como un recuento de los daños, jajaja y en estos tiempos en que en realidad es complicado moverse geográficamente (al menos para mi que de momento veo como mis horas se diluyen con las nubes luego de fugarse entre las persianas de la ventan de la oficina)
Pero bueno, siempre podemos hablar de El viaje, ya sabes, el de la vida. En este caso, mi bitácora (léase la caja de madera, junto al timón, blablabla) tiene una aguja náutica que no señala un rumbo, porque ese lo invento, lo imagino, lo descubro y lo modifico día a día.
Como sea, la idea me conquistó. Venía coqueteándome hace tiempo y no me decidía debido al prejuicio de que en los
blogs escribía sólo la gente que deseaba ser leída por muchos y yo, pues yo soy alguien que no tiene tantas ganas de ser leída.
¿Y qué más da? Siendo una bitácora de mi viaje, adquiere calidad de diario personal, como mi libretota de pasta azul pero con la novedad de que ahora se quedará
on line por si alguien gusta, pero antes que nada, mío de mi y para mi.
Y sin embargo, creo en que escribir es en principio de cuentas, un diálogo (entre quien escribe y un lector por supuesto). No le creo a quien dice que escribe “para si mismo” porque escribir es comunicar, es no dejar que las ideas se marchen sin dejar constancia de su deslumbrante paso por nuestras mentes, así que antes de decidirme, mi principal reserva era esa: escribirle a ningún lector o a cientos que no se tomarían la molestia de leer tanta sandez.
Pero hay que ser honesta y la verdad es que si hay alguien que me interesa que me lea. Quien sabe si mañana o en unos años existirán nuevas tecnologías y esto de los blogs sea un asunto obsoleto pero en este momento mi deseo es que esta bitácora quede preservada y protegida de las inclemencias del tiempo y del olvido para que la abras un día, hija y descubras que te regalé miles de palabras y miles de silencios también pero que nunca fueron suficientes, que siempre hubo más que habría querido decirte y no siempre supe cómo.
Me gustaría que un día descubras que en este viaje no siempre supe hacía donde iba pero ¡cielos!
Papá Dios (como amorosamente lo llamas)
Él sabe que jamás me perdí porque fuiste la estrella que guió este barco.
Tampoco se si un día, igual que yo, te preguntarás cómo es una verdadera madre o si tendrás algo que reprocharme. Cada día es un esfuerzo porque no sea así, pero tengo la certeza de que no soy perfecta y ese es uno de los motivos.
Albergo la esperanza de que un día descubras en esta bitácora una forma de hallarnos juntas, una forma de saber de otro modo quién era yo al mismo tiempo que era tu mamá.
Allá va el barco Fátima, allá vamos tu y yo, el sol nos da en la cara y sonríes como solo tú sabes hacerlo. Las olas nos mecen, bailas en la cubierta y yo comienzo el relato de mi viaje contigo.