Dice el neurológo que es un virus que está carcomiendo mi nervio facial; la sobadora que un coraje no desquitado me tiró los nervios y que estaba por quedarme ciega; dice Ulises que es parte del proceso, parte izquierda-madre-emociones, que estaré bien; la doctora del seguro social que el estres; dice la neuropsiquiatra que sí, que hay como diez millones de virus que no hay modo de saber cuál y que también el estres, yo no sé qué pasó pero un día mi cara era como un cuadro cubista.
Parálisis de Bell, dijo el doc, es lo más elegante que me ha dado, wow! mi relación con las enfermedades verdaderamente me está conmoviendo. Ahora la guerrera tiene una mamá alebrije, con lo mucho que le encantan, aveces, hasta nos resulta divertido que una parte sonrie, una parte llora, una parte gruñe, otra es inexpresiva. Me asusta mucho no volver a sonreirle como antes.
Extraño mi sonrisa.
Aunque me digas o trates de convencerte a ti misma de que cuando ocurrío esta mutación "alebríjica" tú estabas bien, realmente no lo creo, el cuerpo avisa y manda señales de las dolencias del alma y de la mente. ¿Qué está pasando allá adentro de ti que tu cara se está negando a sonreir? Sólo tú lo sabrás, y lo único que puedo hacer por ti, es mandarte buena vibra, buenos pensamientos, decirte que cuentas conmigo y que deseo que sanes y reacciones. Cuidate.
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